Activistas comunitarios, residentes, líderes de organizaciones de fe, doctores y educadores, manifestándose en el edificio administrativo del Puerto de San Diego en diciembre de 2022. – Foto proporcionada por la EHC.
Después de una lucha incansable, la Environmental Health Coalition (EHC) y miembros de las comunidades de primera línea lograron que el Puerto de San Diego termine sus negociaciones con la Corporación de Cemento Mitsubishi (Mitsubishi Cement Corporation, MCC).
El objetivo de la mega bodega de cemento en el Barrio Logan de San Diego y en West National City, dos comunidades de color de bajo ingreso, habría aumentado las ya altas índices de hospitalización por asma entre los niños en el área. El proyecto ha sido detenido gracias a los incansables esfuerzos de Environmental Health Coalition, un miembro de MFN, que lucha contra las consecuencias injustas de la contaminación tóxica, el uso discriminatorio de la tierra, y el cambio climático. Esta victoria de la coalición demuestra a los líderes, que las comunidades no pueden respirar dinero y que la salud y el bienestar de las comunidades deben tener prioridad sobre las ganancias y el desarrollo.
“Esta es una propuesta que nunca se habría hecho en una comunidad como Coronado, entonces ¿Por qué Logan y National City tienen que estar luchando continuamente por el derecho a respirar aire limpio? La razón es el racismo ambiental. Hoy, celebramos nuestra victoria pero también enviamos un mensaje claro a líderes: no permitan que se presenten propuestas como MCC de nuevo. La comunidad es clara: no más muertes por diesel.”
– Julie Corrales, Defensora de Políticas Públicas de Barrio Logan, Environmental Health Coalition
A través de protestas comunitarias, a construcción de relaciones con el Puerto y la movilización de más de 800 miembros de la comunidad que enviaron cartas, la EHC y sus seguidores dejaron en claro que la comunidad no toleraría más contaminación mortal en sus vecindarios.
La victoria de la EHC y los miembros de su comunidad muestra que cuando las comunidades se unen y luchan por la justicia ambiental, pueden ocurrir cambios reales. Pero la lucha para proteger a las comunidades de primera línea está muy lejos de terminar. Las comunidades de primera línea no pueden respirar dinero — necesitamos que quienes hacen las políticas públicas escuchen nuestras demandas y den prioridad a la salud comunitaria. Necesitamos protecciones y acciones climáticas sólidas y que protejan a las comunidades de primera línea, como Barrio Logan y West National City, de corporaciones como Mitsubishi.
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